La crisis por el fentanilo contaminado volvió a escalar tras el hallazgo de 200 ampollas en una clínica privada de Córdoba y 189 en otra de Chubut. Con estos descubrimientos, se amplía el mapa de riesgo del medicamento vinculado a la muerte de 96 pacientes en distintos puntos del país. Un dato clave: los ministerios de Salud de estas provincias no adquirieron fentanilo de HLB Pharma, aunque sí lo hicieron clínicas privadas.
En tanto, la cartera sanitaria de la Nación, a través de la ANMAT, reiteró a todas las jurisdicciones del país la orden de reportar si hospitales, sanatorios, droguerías y clínicas privadas aún poseen ampollas de fentanilo elaboradas por HLB Pharma, la firma de Ariel García Furfaro.
Aunque la atención está puesta en el lote 31202, contaminado con Klebsiella pneumoniae y Ralstonia pickettii —identificado por el Instituto Malbrán como responsable de la mayoría de los decesos—, la prohibición se extiende a todas las partidas de la compañía.
“La gente pude ir muy tranquila a internarse porque el fentanilo que estaba contaminado, el juez (Ernesto Kreplak) lo sacó del mercado. Así que el fentanilo que está, es el que se puede usar”, intentó llevar calma el ministro de Salud de la Nación, Mario Lugones.
