Desde las antípodas hasta que Buenos Aires se constituyó como centro metropolitano de nuestro país, nunca dejó de mirar hacia Europa, recrearla o imitarla. Esto lo demuestran, entre otras cuestiones, centenares de edificios emplazados en la Capital Federal. Hoy voy a sugerirte visitar un lugar increíble, una joya en la gran selva de asfalto porteña.
En tiempos de la “belle epoque” argentina, muchas de las residencias de la aristocracia local conformaron lo que muchos describen como “la pequeña París”, especialmente las casonas ubicadas en el barrio de Recoleta. Entre estas construcciones se destaca un edificio verdaderamente notable: el Palacio Errázuriz Alvear que, desde 1937, es sede dell Museo Nacional de Arte Decorativo (allí también tienen su sede la Academia Argentina de las Letras y la Academia Nacional de Bellas Artes).
Esta mansión construida entre 1911 y 1917 fue el hogar de la familia Errázuriz Alvear. El proyecto fue llevado a cabo por el prestigioso arquitecto francés René Sergent (confirmando cualquier sospecha sobre lo dicho inicialmente), especializado en el clasicismo y neoclasicismo francés, adoptó el estilo Luis XVI en todas las residencias que realizó en nuestro país. Lo llamativo es que (dicen) que nunca pisó estas tierras ni tuvo contacto con sus excelsas creaciones arquitectónicas.




Según explican desde el Museo “El edificio fue la residencia de la familia formada por Josefina de Alvear y Matías Errázuriz Ortúzar. El matrimonio había vivido diez años en Europa y ahí adquirió una valiosa colección de obras de arte europeo y oriental. En 1936, el Estado Nacional compró la casa y parte de su colección. Un año después el Museo Nacional de Arte Decorativo abrió las puertas al público.
El palacio fue restaurado como una casa-museo, que no sólo alberga valiosas piezas de arte y mobiliario de distintas épocas, sino que revela, además, el estilo de vida de una familia burguesa a principios del siglo XX. Durante los dieciocho años que los Errázuriz Alvear vivieron aquí, la casa fue escenario de recepciones, conciertos y bailes de caridad. Para hacer más cómoda la vida en la casa, el arquitecto Sergent había incorporado una gran cantidad de avances tecnológicos: dos ascensores, un sistema de calefacción central y otro de aspiración centralizada de polvo, muy novedoso para la época. Era una casa de lujo y confort, una planta principal destinada a estos eventos sociales, el primer piso donde se encuentran los departamentos de la familia, un segundo piso de servicio y la planta del subsuelo hoy destinada a exhibiciones temporarias.
La casa muestra los estilos más significativos del arte decorativo y de la decoración europea de los siglos XVIII y XIX. La residencia tiene también un imponente jardín histórico de estilo francés que funciona como prolongación de los salones de recepción”.










PH Museo Nacional de Arte Decorativo
El Museo
El Museo Nacional de Arte Decorativo, de la Ciudad de Buenos Aires, está ubicado en lo que fuera una residencia particular por lo que constituye una casa-museo. Su colección está compuesta por más de 6000 piezas, entre las que se destacan esculturas, pinturas, tapices, armas, libros, cerámicas, mobiliario y miniaturas, fundamentalmente europeas y orientales, de los siglos XVI al XX. Es un museo nacional en el que, a través de sus exhibiciones permanentes y temporarias, programas públicos y diferentes actividades culturales, se propone un espacio para el diálogo y el intercambio de conocimientos. Todos los públicos son invitados a acercarse al patrimonio, la colección y su historia y a reflexionar sobre esta casa-museo. (Fuente: Museo Nacional de Arte Decorativo).
Como si fuera poco, fue declarado Monumento Histórico Artístico Nacional, según Decreto N° 437/1997.
¡No podes dejar de visitar este increíble lugar!
Agendate:
Dirección: Av. del Libertador 1902, Recoleta
Abierto de miércoles a domingo de 13 a 19 hs
Entrada gratis.




PH Coque Madame
Después de alucinar con este paseo, podes pasar por Croque Madame para tomarte un rico cafecito en un entorno verdaderamente de lujo.
Hasta la próxima aventura.
FM.-
