El cortisol es clave para nuestra energía y respuesta al estrés, pero cuando se mantiene alto puede generar insomnio, ansiedad, aumento de peso y más. Te contamos qué es, cómo identificar el exceso y qué herramientas naturales ayudan a equilibrarlo.
¿Qué es el cortisol y para qué sirve?
Cuando sentís que algo te amenaza se activa un sistema de alarma en el cuerpo. En ese momento el hipotálamo, mediante señales nerviosas y hormonales, activa la producción de una adrenalina y cortisol. La adrenalina hace que el latir del corazón sea más rápido y que la presión arterial aumente, lo que genera más energía. El cortisol, que es la hormona principal del estrés, aumenta el azúcar en la sangre, mejora el uso de la glucosa en el cerebro y aumenta la disponibilidad de las sustancias del organismo que reparan los tejidos.
Ante este estado de alerta el cortisol reduce las funciones que se consideran como no esenciales en una situación de escape o huida: modifica las respuestas que se generan del sistema inmune e inhibe funciones del aparato digestivo, reproductor y los procesos de crecimiento. Además activa regiones del cerebro que controlan el estado de ánimo, la motivación y el miedo. El cuerpo monitorea de manera continua los niveles de cortisol para mantenerlos estables, por lo que los picos de aumento o descenso pueden ser perjudiciales para la salud.

Existen factores que provocan este aumento de cortisol en el cuerpo, como el estrés prolongado, la falta de sueño, la mala alimentación y el sedentarismo.
Síntomas de un exceso de cortisol
Nuestro cuerpo siempre da señales, aprender a escucharlas nos permite tomar decisiones que nos lleven a mejorar nuestros hábitos y calidad de vida. Te enumero algunos signos para tener en cuenta si sentís que tus niveles de cortisol están por encima de lo normal:
- Insomnio: la dificultad para dormir o despertarse a la madrugada y no poder volver a conciliar el sueño.
- Ansiedad/ Irritabilidad
- Cambios en el peso: sobretodo aumento de peso y acumulación de materia grasa en la zona media y superior de la espalda o en el rostro.
- Caída de cabello o acné
- Dolor muscular: fatiga, debilidad muscular o cansancio crónico
- Problemas intestinales.
- Presión arterial alta
- Disminución del deseo sexual.
- Ciclos menstruales irregulares

¿Cómo regular el cortisol de forma natural?
Establecer una rutina saludable es clave para volver a regular tu sistema. Te comparto algunas que pueden ponerse en práctica fácilmente:
- Tener una alimentación equilibrada, rica en antioxidantes, probióticos para mejorar el tránsito intestinal y consumir suplementos como magnesio, vitamina C y omega-3,.
- Ejercicio moderado, caminatas.
- Mantenerse hidratado
- Disminuir el uso de pantallas, sobretodo en el horario nocturno.
- Establecer una rutina de sueño que permita el descanso.
- Técnicas de meditación, relajación y respiración: enfocarte en el tiempo presente, reduciendo los estímulos del entorno y limitando los pensamientos intrusivos. Una práctica beneficiosa podría ser establecer dentro de la rutina un espacio para ejercitar la respiración consciente aunque sea unos minutos al día.
- Flores de Bach que pueden ayudarte: Rescue Remedy, White Chestnut, Impatiens, Clematis, Cherry Plum .
- Tisanas naturales: Manzanilla, Melisa, Valeriana, Pasiflora.
- Baños energéticos de descarga con hierbas relajantes.
Es importante diferenciar estrés ocasional de un desbalance endocrino real, si tenés dudas lo mejor es que consultes a tu médico.

Por Meli Graiver – Terapeuta Holística
@portaldriada
