Un reciente informe de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) indica que uno de cada cuatro argentinos con bajos ingresos ha tenido que solicitar ayuda económica a familiares o amigos para cubrir necesidades básicas. Además, el 40% de los hogares ha tenido que utilizar sus ahorros para enfrentar gastos diarios, evidenciando una crisis financiera en la base social.
La situación económica y la caída del consumo han llevado a muchos a una lucha extrema por la supervivencia, destacando un aumento en la dependencia de préstamos informales. Según la EPH, publicada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), durante el primer semestre de 2025, el 22,5% de los hogares de bajos ingresos recurrió a préstamos de allegados para mantener el hogar.
En comparación, solo el 13,3% de la clase media y el 8,3% de la clase alta se vieron en la misma situación. En los hogares más acomodados, el endeudamiento se ha realizado principalmente a través de bancos y entidades financieras, lo que sugiere que el sistema de crédito formal está reservado para quienes tienen solvencia y garantías.
El análisis de Ámbito sobre los datos de la EPH muestra que, históricamente, el endeudamiento se gestionaba a través de bancos. Sin embargo, en el actual contexto de salarios bajos y empleo informal, el acceso al sistema financiero formal ha disminuido desde 2020.
Promediando, el 16,1% de los argentinos ha necesitado asistencia bancaria, mientras que un 14,2% ha acudido a su círculo cercano para cubrir sus gastos diarios.
