Kicillof en modo avión: faltazo al Congreso y una apertura de sesiones caída por déficit energético
Fue una semana particular para el peronismo en general y el cristinismo en singular: el albertismo no dio señales de bajarse de la pelea presidencial y las dudas sobrevuelan el universo K.
Ese fue el clima que se vivió en el Congreso, donde el presidente Alberto Fernández ensanchó aún más la grieta con un discurso incendiario que cargó contra la oposición, la Justicia y dinamitó puentes.
Justo cuando los intendentes justicialistas -y en especial el gobernador bonaerense Axel Kicillof-, necesitaban ver señales desde la Rosada en tono conciliador, “para empezar a cosechar votos por el centro“, porque con los del “peronismo progresista“ ya no alcanzan. Brillaron por su ausencia Kicillof y el mandamás de La Cámpora, Máximo Kirchner, mientras Alberto hablaba. Un acto de irresponsabilidad institucional para marcar la cancha que salió al revés.
En su entorno lo niegan aferrados a algunas encuestas, pero el gobernador está preocupado porque, aunque la Provincia inviable difícilmente se pierda en octubre, algunos alcaldes ya no se muestran alineados como antaño.
La ecuación es simple: menos tracción de votos de los minigobernadores, menos bancas en la Legislatura, que para colmo el último miércoles no pudo abrir su período de sesiones 2023 -el último del primer mandato del ex ministro de Economía keynesiano- por los cortes de luz y los imponderables de un “miércoles negro”.
La apertura pasó para este lunes, cuestión de agenda. Con todo, las críticas desde la oposición comenzaron a hacerse sentir. El gobernador bonaerense le hablará a los legisladores con un discurso que solo contemplará un anuncio sobre política de género, una de las banderas que exhibe la causa cristinista, como si eso bastara para gestionar.
Kicillof pasó momentos de tensión el miércoles
Mientras se disponía cruzar la Plaza San Martín, un apagón lo dejó en offside y lo obligó a decidir sobre la marcha. Improvisó un comité de crisis y mientras el recinto de la Cámara de Diputados en pleno lo esperaba -con su principal rival electoral incluido, Diego Santilli-, decidió suspender el acto y patearlo para el lunes. Dos más dos es cuatro: no podía hablar de “logros de gestión” con medio conurbano sin provisión eléctrica. Sintomatología de un Estado deficiente.
Los voceros de la suspensión fueron los siempre serviles Carlos Bianco, jefe de Asesores, y Cristina Álvarez Rodríguez, ministra de Gobierno.
El gobernador tuvo suerte. Ganó 96 horas en la que, si los milagros existen y las luces no se apagan, intentará convencer a propios y extraños sobre la conveniencia de que vuelvan a elegirlo para ocupar el sillón de Dardo Rocha. El tiempo y las circunstancias dirán…
(*) Resumen semanal de DixitP