Panorama Político: Kicillof se aferra al desdoblamiento para “salvar las papas” en plena crisis del FdT
La segunda ratificación de Cristina Fernández de Kirchner de su decisión de no ensuciar su nombre en ninguna boleta electoral justo cuando se realizaba el Congreso partidario del PJ cayó como un balde de agua fría en la ya convulsionada tropa política del Frente de Todos, lo que abrió un mar de sospechas sobre la posibilidad de que Axel Kicillof desdoble las elecciones en provincia de Buenos Aires.
DixitP ya describió en esta columna el conjunto de preocupaciones que invade la casa de Gobierno de calle 6 en La Plata, donde por estos días no hacen más que sacar cuentas y afinar el lápiz para diagnosticar qué posibilidades reeleccionarias tiene el economista, que, como se sabe, carga con la responsabilidad de garantizar un triunfo en la provincia “inviable” para que ante una eventual derrota del peronismo la administración pública bonaerense se convierta en un refugio de soldados mal heridos del FdT, tal como ocurrió en el 2015 tras la derrota ante Mauricio Macri.
La posibilidad de desdoblar en Provincia para no quedar pegado a la contienda electoral no es más que un síntoma de fragilidad política del propio gobernador y la alianza que gobierna con magros resultados desde el 2019.
La presión de los intendentes -que quieren conservar el pago chico y sus respectivos concejos- es cada vez mayor y Kicillof hace equilibrio en una delgada cuerda floja; un escenario en el que -como ya detalló este portal- pierde autonomía por goteo por los reclamos que recibe de uno y otro lado del mostrador.
Por eso dejó abierta la posibilidad de realizar las elecciones que eligen a Gobernador y alcaldes en una fecha distinta a las presidenciales del 22 de octubre, lo que a la postre alteró los ánimos de la oposición encarnada en Juntos por el Cambio y Libertad Avanza, el partido que dirige el neoliberal Javier Milei.
En Gobernación la idea de despegarse de la elección nacional ya maduraba, pero recién este jueves el ex ministro de Economía cristinista dijo que “es una posibilidad”, al tiempo que intentó quedar bien parado cuestionando al precandidato a sucederlo de Horacio Rodríguez Larreta, Diego Santilli, quien lisa y llanamente lo acusó de “especular” para manipular el calendario electoral.
La fecha prevista para tomar la decisión -o acaso anunciarla oficialmente- se rumorea en los pasillos del palacio de gobierno que da a la Plaza San Martín en pleno microcentro platense, sería el 24 de junio, tras el cierre de listas.
Juntos pero despedazados
De la otra vereda de la grieta, las cosas no están mejores. A pesar de los tibios amagues de mediación y de poner paños fríos a la pelea entre “halcones” y “palomas” no hay entendimientos estables entre el larretismo y al bullrichismo.
La titular del PRO y ex montonera, se sabe, es mujer de armas tomar y ya demostró que no va a ser títere del ex presidente, que se bajó de la candidatura pero cometió el grosero error de dejarse llevar por el ego y volvió a meterse en la disputa interna, por el capricho de querer imponer a su primo Jorge Macri como aspirante único a la jefatura de Gobierno porteña, que Larreta quiere retener para un soldado propio e incluso todavía tiene abierto el diálogo con el radical Martín Lousteau, lo que enerva a Macri.
En la arena bonaerense las cartas ya están jugadas: Santilli -un peronista originario que no tiene territorio, pero mide mejor que cualquier precandidato de Bullrich- es fija por el sector moderado y la ex ministra de Seguridad del macrismo pareció inclinar la balanza para el lado de Néstor Grindetti -que si tiene territorio-, el hombre de Lanús que conoce el paño del Conurbano.
La campaña electoral ya superó su primer tramo y la cuenta regresiva hacia la inscripción de frentes electorales y listas comenzó en una carrera contrarreloj. En ese escenario de polarizaciones externas e internas, quien parece tener más claro el juego electoral sigue siendo CFK, que desde la comodidad del sillón de su semipiso en el coqueto barrio de Recoleta o desde su trono de reina sin corona en el Instituto Patria sólo tuvo que escribir una carta y publicarla en sus redes, dejar en segundo plano el cónclave partidario que juntó casi medio millar de congresales y desconcertar a todo el panperonismo.
(*) Informe semanal de DixitP