PANORAMA

Panorama Político: la tensión entre Kicillof y el camporismo quedó al desnudo en el acto de CFK

El gesto adusto, la sonrisa forzada y el aplauso sistematizado definieron la participación del gobernador Axel Kicillof durante el masivo acto en el que Cristina Fernández de Kirchner le agregó aún más incertidumbre y simbolismo a su rol en la campaña electoral con menores certezas de los últimos 25 años.

El mandatario bonaerense se negó a ser candidato a presidente por el FdT. Ninguna novedad: su intención fue siempre lograr la reelección, a pesar de las presiones del Instituto Patria y de la ex presidenta, que lo ubicó a su derecha y lejos de los principales artífices de la estrategia K por conservar el poder.

A la izquierda de la vicepresidenta, entre otros, se ubicaron Sergio Massa y Wado de Pedro, una de las fórmulas que baraja el cristinismo para lograr competitividad de cara a los comicios más difíciles de descifrar en 40 años de democracia.

El pasado fin de semana, Carlos Bianco, el hombre de confianza del economista ratificó que su jefe político irá por la reelección, en medio de rumores sobre su eventual postulación a la Casa Rosada. Una estrategia que, de salir mal, significaría su acta de defunción política.

Pero el ruido político que generó esa apuesta en la mesa chica del FdT obligó al gobernador a desdecirse para bajar la espuma de un maremoto de consecuencias impredecibles.

El acto del 25 de mayo fue una escenificación de unidad y legitimó a la ex presidenta como la conductora del operativo resurrección. Nadie esperaba ninguna definición que moviera el tablero político. La lógica es la de una derrota digna y utilizar la Provincia como refugio por cuatro años si es que el peronismo -como es de prever- se baja en agosto u octubre del barco que naufraga desde hace tiempo.

La presencia de intendentes y figuras gremiales en el escenario principal del acto patrio utilizado como muestra de poder fue notoria. 

La relación con el gobernador es tensa desde hace varios meses. Los alcaldes le poden (además de fondos) certezas que les aseguren no perder el pago chico ni sus esquemas legislativos distritales.

Se dijo en DixitP: el PJ bonaerense en manos de Máximo y la irrupción del lomense Martín Insaurralde en Gobernación le quitó margen de acción a Axel, que no puede desplegar su idea de gestión con autonomía, una realidad que no imaginaba cuando arrasó en 2019 después de bajarse del Renault Clío con el que recorrió la Provincia para luego despojar a María Eugenia Vidal del palacio de calle 6.

En medio de una encrucijada, Kicillof hace equilibrio para plantar bandera en PBA sin molestar demasiado al ya irascible núcleo duro del cristinismo, encarnado en La Cámpora. ¿Podrá? ¿O transitará el letargo de las sombras del poder como le ocurrió a Daniel Scioli y a la propia Vidal por no animarse a patear el tablero?. El tiempo -que se agota- y el dedo índice de Cristina lo dirán…

(*) Resumen semanal de DixitP.

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