Panorama Político: se tensa la relación de Kicillof con los intendentes tras los saqueos y hay “adoctrinamiento” por los favores a Milei
En medio del segundo tramo de la campaña hacia las generales de octubre, el gobernador bonaerense Axel Kicillof tuvo que caminar marcha atrás y volvió a chocar contra los intereses de varias Intendencias, donde los alcaldes plantaron bandera por mayor seguridad en sus distritos.
La ola de saqueos que tuvo lugar en varios municipios después de las PASO puso en alerta a la Gobernación, que decidió en las últimas horas restarle autonomía y recursos en materia de lucha contra la inseguridad enviando móviles y patrulleros de los «pagos chicos» a Provincia para reforzar la seguridad ante la grave situación en esa materia.
Los distritos más importantes afectados son Moreno, Avellaneda y San Isidro, aunque la lista también incluye a comunas menores como General Pinto. Los jefes comunales vienen reclamando a la Provincia la restauración de las policías municipales con autonomía propia, y desde calle 6 hicieron oídos sordos ante esa demanda toda vez que la definieron como un gesto de debilidad política.
No sólo que la cesión de las policías locales o de “proximidad” no se dio, sino que el anuncio del polémico ministro de Seguridad Sergio Berni sobre el envío de patrulleros fue aceptado a regañadientes por jefes comunales tanto del oficialismo como de la oposición
«No contribuye y es solo un parche, un paliativo electoral, en la Provincia siguen muriendo dos personas por día como víctimas de este flagelo y los municipios son tierra de nadie», se quejaron en el entorno de un alcalde opositor que tiene diálogo entrecortado con Kicillof y su gestión.
La situación se agravó con el reciente asesinato en ocasión de robo de un ingeniero en Palermo. Si bien el homicidio fue en CABA, el episodio tuvo repercusión mediática y obligó a reformular estrategias electorales en los tres frentes políticos más importantes. Por eso Berni echó más leña al fuego y priorizó “repatriar” móviles, lo que enfureció a muchos intendentes.
De forma paralela, en calle 6 empiezan a ver con preocupación el rol que tuvieron en las comunas peronistas los caciques territoriales que le cuidaron la boleta a Javier Milei con el objetivo de garantizarse concejales propios y no poner en peligro sus parlamentos municipales, habida cuenta de que el economista neoliberal no tiene estructura propia y terminó negociando -de hecho siempre lo hizo- con “la Casta”, un caballito de batalla del que ya no podrá abusar en campaña.
El malestar en Gobernación y en todo UP es creciente, toda vez que entienden como una «traición» a las aspiraciones electorales de Sergio Massa y del propio Kicillof. Los operadores políticos del peronismo fallaron (sobre todo los del cristinismo duro) y por eso el libertario ganó en comunas de tradición justicialista.
Ahora se puso en marcha un operativo “adoctrinamiento” y todo apunta a que el “loco” de la Libertad Avanza se desinfle en el conurbano, al igual que la candidatura de Carolina Píparo, un sapo difícil de tragar para el sistema digestivo del peronismo y el universo K.
(*) Informe semanal de DixitP