Panorama Político: Prometer para ganar, retroceder para recalcular
El triunfo del “libertario inflado” por su propia personalidad, la desilusión social, los medios y las redes sociales ya son historia. En un incierto mar de contradicciones y un derrotero indescifrable de danza de nombres, Javier Milei se mueve en forma de equilibrista mientras la botonera del PRO, que ya dinamitó al ala blanda de JxC, le marca la cancha con el ex presidente Mauricio Macri imponiendo nombres juega a lo que mejor le sale: destruir para sobrevivir en nombre de la supervivencia propia.
Sabe Macri, en su afán desmesurado de poder, que el referente de LLA tiene flancos débiles, pero también que puede no convertirse fácilmente en su marioneta. También lo sabe Milei, que llenó de verborragia electoral el camino a las generales y también «recalculó» para resistir.
Dolarización inmediata, casta y desarme del Estado fueron entelequias efectivas para llegar al balotaje. Después sucedió lo previsible. No hablamos del 12 por ciento de diferencia con Sergio Massa, la última carta posible que pudo jugar UxP. El pacto con Macri se insinuaba de antemano. Y los hechos le ganaron la pulseada a las palabras.
El «team Caputo» copó la escena. El macrista Federico Sturzenegger también se subió al staff de «tapados». Lo hizo la propia Patricia Bullrich, la «halcona» domesticada por el ex presidente de Boca, a quién sólo le falta el jaque mate de colar a Cristian Ritondo en la presidencia de la Cámara de Diputados para salir a pescar votos que garanticen cierta gobernabilidad.
«Será lo que tengas que ser o serás antiperonista», podría tergiversarse una frase de manual. En eso anda la nueva alianza que despojó al peronismo venido a menos por errores propios del poder. No se puede hacer populismo sin plata. ¿Se podrá hacer «macrimileismo» sin cash y sin terminar de fundir al país? Zapatero a su zapato. Es hora de ponerle (con coherencia y de una vez por todas) el cuerpo a las palabras.
(*) Informe semanal de DixitP