Alfano hambrea a sus afiliados, pero gasta plata en campaña dentro de Juntos por el Cambio
El dirigente sindical encargado de defender los derechos de los trabajadores de la administración comunal de la capital bonaerense, Darío Alfano (titular del Sindicato de Municipales LP) se embarcó en la ya agitada campaña electoral de la Octava Sección y como si fueran tiempos de bonanza económica, realizó una fuerte inversión -claro está, no con dinero del bolsillo propio- para instalar su nombre en varios barrios de la periferia local.
Se vieron pancartas y carteles con los colores que identifican a Juntos por el Cambio con la leyenda “Larreta-Alfano-Peronismo” en delegaciones como San Carlos y Gorina, llamativo eslogan teniendo en cuenta su supuesto origen justicialista, espacio que con el flamante nombre de Unión por la Patria jugará en las urnas el próximo mes de agosto para intentar hacerle fuerza al jefe comunal Julio Garro.
Al dirigente también vinculado al poderoso gremio UPCN, que fue manejado por Carlos Quintana hasta su muerte, fue literalmente anestesiado por la gestión garrista y en casi todas las paritarias en que tuvo la misión de mejorar los sueldos de los empleados municipales -que en todos los municipios de la Provincia son bajos para el empleado raso-, perdió contra la inflación, que supera en la actualidad el cien por ciento mensual.
Alfano tiene escaso vuelo político pero según pudo averiguar DixitP quiere perforar las fronteras del gremialismo y jugar en la política tradicional, se dice en radio pasillo, para meter algún “delfín” propio en cargos legislativos o del Ejecutivo.
Por eso se pegó a la gestión de Garro, que, como se sabe, respalda la candidatura presidencial del jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta, que prácticamente ni lo conoce a pesar de que haya usado su nombre para hacerse ver en la vía pública.
Hace unas semanas, el secretario general del SMLP tuvo tensas negociaciones con el Palacio Comunal y apenas pudo conseguir un 47% de aumento con revisión en octubre para sus afiliados, que, para colmo, quedaron disconformes porque ese porcentaje se abonará en tres pagos y se sumará al 51% de marzo. Lo más triste de la situación es que los municipales tendrán que aguantarlo al frente del gremio hasta fines del 2026, ya que renovó como titular del sindicato en el 2022.
En esa pulseada salarial, además se acordó más pases a planta permanente de personal municipal, promesa que suele anunciarse con bombos y platillos a pesar de que después suele ser de dudoso cumplimiento.