Paisajes y Placeres

Big bang de sabores

No hay una cata de vinos igual a otra. En esta oportunidad fuimos al evento organizado por Yamila Marino en Zo Restaurant donde el sommelier Jorge Coria presentó la línea UNO de la Bodega Antigal. 

Durante este evento hubo dos grandes e indiscutibles protagonistas: la anfitriona, con su calidez, simpatía y  cercanía a los invitados y la gastronomía que nos agasajó ampliamente.

El evento consistió en 4 pasos, cada uno acompañado con un vino específicamente seleccionado para que genere una experiencia sensorial expansiva:

1º Paso: Berenjena ZO (rollitos rellenos de berenjena c/salsa de albahaca y medallón de mozzarella). Vino: «UNO» Sauvignon Blanc.

2º Paso: Ternera Braseada c/guarnición de Puré Cremoso. Vino «UNO» Malbec.

3º Paso: Ravioli Mediterráneo (jamón crudo, tomate confitado y queso ahumado) c/emulación de Rúcula. Vino «UNO» Cabernet Sauvignon.

4º Paso: Panna Cotta y Salsa de Frutos Rojos. Vino «UNO» Rosé.

De la mano del sommelier los comensales se introdujeron en el acontecer de cada una de las uvas propuestas para esta cata; pero además, Coria tuvo un detalle particularisimo y es que se acercó a cada invitado para intercambiar “mano a mano” las inquietudes y sensaciones que surgían con cada uno de los vinos. 

En lo que respecta al vino, Jorge Coria expresó que “el sabor del vino es muy personal” ya que se trata de “recuerdos de sabores que ya conocemos”. Lo cual implica que podemos tener una impresión similar de nuestros sentidos pero nunca idéntica.

Por eso es importante vivir cada experiencia como única, ya que cada una, cada vino, cada bodega va a despertar diferentes sensaciones (o recuerdos, como le gusta destacar a este sommelier).

Reina de corazones

La gastronomía fue sin lugar a dudas la reina de la noche. La selección y elaboración de los cuatro platos estuvo a cargo del chef Matías Hoffman, de Zo Restaurant.

Cada plato fue una bomba sensorial. Servidos generosamente, con texturas, colores y aromas que atravesaban todos los sentidos, y al concretar la degustación del plato era como “estar en casa”, sabores cotidianos y exquisitos, aromáticos familiares delicadamente presentados. Fue perfecto.

De esta manera, la propuesta de la anfitriona de “expandir los sabores en la conjunción entre el vino y la comida” se concretó provocando una deliciosa exploción en el paladar. Los aromas, los colores y las texturas propuestas por el chef fueron los partícipes necesarios de este big bang de sabores. 

En unos días se realiza una nueva cata ¿te la vas a perder?

Comunicate con Yamila Marino a través de sus redes Deliciosas Sensaciones para coordinar.

F.M.


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