PAÍS

El Gobierno descartó la posibilidad de una devaluación posterior al balotaje

En medio de las diferentes declaraciones que brindó en los últimos días, Sergio Massa descartó la posibilidad de que la cotización oficial del dólar vuelva a escalar después del balotaje del próximo 19 de noviembre debido a que “hay acuerdo” con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para controlar el valor de la divisa extranjera.

De esa forma, el Gobierno busca evitar un salto que dispare los costos de la economía en un contexto de alta inflación. También se pretende aplacar cualquier tipo de incertidumbre después de la devaluación que se llevó adelante el día después de las PASO del 13 de agosto, lo que implicó enormes costos y ningún beneficio para los trabajadores.

Por otro lado, el candidato presidencial de Unión por la Patria dio un indicio de cuándo podría quitarse el cepo para la compra de dólares: “Lo vamos a levantar cuando termine el ejercicio 2024 y tengamos la suficiente cantidad de reserva de dólares como para que el flujo de comercio sea libre y no tengamos estrés frente a nuestras reservas”.

En ese sentido, explicó: “Sobre todo porque el año que viene es un año bueno en términos de que las exportaciones pueden ser muy buenas, pero, además, hay bajo nivel de vencimiento de deuda. El año que viene el Fondo Monetario Internacional son sólo 5 mil y pico de millones y la deuda con bonistas privados no representa lo que representa en 2025”.

Al ser consultado por la composición de su eventual Gabinete, Massa deslizó algunos nombres de la oposición que sumaría: “Si pudiera, desde el 10 de diciembre a Graciela (Camaño) es a alguien con quien contaría dentro del equipo, como Juan Manuel Urtubey. Convocaría a los (Miguel) Pichetto y a los (Emilio) Monzó de este mundo. Sin miedo”.

Por último, el ministro de Economía volvió a pedir disculpas por “los errores propios y ajenos” de la actual gestión, sin embargo, planteó que “soslayar el impacto de las reservas sobre el financiamiento, con el agravamiento de los vencimientos de deuda y la sequía, es, cuanto menos, subestimar un enorme problema que tuvo la Argentina”.