La magia de las sierras
Es época de escaparse de la jungla urbana y qué mejor sitio para ello que las sierras tandilenses.
Tandil tiene todo lo que necesitas: naturaleza, aventura, deportes al aire libre, historia y mucha gastronomía para disfrutar. Así que te propongo recorrer un poquito de esta increíble ciudad que se encuentra en el corazón de la provincia de Buenos Aires.
Llegas fácil, por RP 29 es bastante más directo aunque es de una sola mano. Si no vas en temporada alta ¡es el camino ideal!
Te acercas a la ciudad de Tandil y el aire ya es diferente, no importa cómo esté el clima, nublado o soleado. Las incipientes sierras le dan un toque rústico al paisaje mientras que el cordón de retamas amarillas te invita “a pasar” y te dan una cálida y colorida bienvenida.
El primer lugar que tenés que visitar es el Lago y Dique del Fuerte. El lago es amplio e imponente, con un geiser artificial “que contribuye con la oxigenación del agua” (nos cuentan los lugareños). Ese es un punto fotográfico por excelencia para inmortalizar el paisaje. Podés recorrerlo caminando, en bici o en auto, ya que lo rodea un cordón asfáltico, o también contemplarlo desde los espacios recreativos que se encuentran sobre la sierra. Si te gustan los deportes acuáticos este es un excelente sitio para practicarlos. El lugar es verdaderamente hermoso.
Tandil, por lo que pudimos observar, se caracteriza por ser una ciudad limpia. Y esa condición te invita mucho más a disfrutar de la visita.
Cerquita del Lago podes visitar el Mercado de Artesanos, el Parque de los niños, el Paseo Mapuche o ascender hasta el Monumento a Don Quijote de la Mancha, desde donde se puede disfrutar una excepcional vista panorámica. Desde ahí podes observar cómo “la sierra abraza la ciudad”.
Las retamas son grandes protagonistas aunque la vegetación es muy abundante y diversa (para conocer un poco más te sugiero visitar Red Tandilia).
Esta ciudad tiene un poco de topetitud, ya que allí residen famosos deportistas, entre ellos el gran Delpo. Para contemplar la sierra y tomarte un respiro te sugiero que visites la Confitería de AMAIKE Hotel, Golf & Spa que además de glamour y calidez, tiene una vista única de las sierras. Podés ingresar, recorrer las instalaciones y disfrutar algo rico en la terraza. Eso sí, es un lugar para ir en auto, ya que está a 8 kms del centro.
Y ya que hablamos tanto de las sierras ¡a caminarlas!. No importa en qué latitud de la ciudad estés, todo a tu alrededor son sierras. Nosotros elegimos el camino de los pioneros que además de tener un hermoso punto panorámico se encuentra lindero a un sector de hospedajes y cabañas. Esto es para experimentarlo, así que preparate un buen calzado, un poco de agua, y dale no´mas a patear entre rocas y pastizales.
Gastronomía excepcional
Después de una extensa caminata, bien merecida es una rica cena. Hay dos lugares que no podes dejar de conocer: uno es Época de Quesos, si te gusta trasladarte en el tiempo y la decoración de época éste es tu lugar, te vas a remontar a la época fundacional de la ciudad. En este sitio no solamente vas a deleitarte con quesos, fiambres y platos exquisitos sino que vas a poder apreciar el valor de la conservación de la historia. Es prácticamente un museo donde «lo viejo vuelve a vivir». Hay rincones verdaderamente excepcionales, todo es muy ecléctico, coronado con la calidez de un patio que parece “el de la casa de los abuelos”.
Si preferís un lugar más convencional te recomiendo Tierra de Azafranes, españolísimo por donde se lo mire, los risottos son los grandes protagonistas de la carta, aunque hay de todo un poco. Un ambiente super agradable y la mejor relación precio-calidad. El patio sin lugar a dudas es “el lugar” en este restaurante.
Sugerencia: realizá la reserva con anticipación porque suelen ser sitios con mucha demanda y te vas a quedar con las ganas… después no digas que no te avisé.
Un oasis en medio de la sierra
Si te atreves a explorar podes ir a conocer la vieja cantera donde aún yacen las instalaciones de lo que fuera la explotación canteril del siglo XIX, motor de la economía en la región para entonces. Y para subir la apuesta te propongo ir en bici para que la experiencia se convierta en toda una aventura, además te permite mimetizarte con el entorno que es mágico.
Durante el recorrido vas a deleitarte con los sonidos de la naturaleza que, a pesar del viento, se impone como una «música celestial». Todo el hermoso, hay caballos por doquier, campos sembrados tan verdes que parecen alfombrados, y los pájaros -cual guardianes del paisaje- te escoltan durante todo el trayecto.
Al llegar podés apreciar un increíble espejo de agua rodeado por el Cerro Leones. Esta laguna se formó en lo que quedó del predio abandonado de la cantera. Hay que tener cuidado, tanto en la laguna por su superficie irregular como en las instalaciones de la cantera ya que está todo en ruinas, oxidado y con peligro de derrumbe. De todas maneras, es un lugar que verdaderamente vale la pena conocer.
Frente al predio arbolado desde dónde se ingresa a la cantera, vas a poder ver la primera casa construida por los denominados “peones golondrinas” que se encuentra en su estado original.
Si visitas Tandil no podes dejar de conocer otros puntos turísticos como el Cristo de las Sierras, el Parque Independencia, Monte Calvario, la Piedra Movediza, el Paseo del Origen y el Holandés. Además tenés diferentes Parques de Aventuras que te van a dejar sin aliento.
Te dejo tareíta para tu propio viaje a las sierras de Tandil.
No te vas a olvidar de tus quesos y salamines…
¡Hasta la próxima aventura!
F.M.