Malvinas Argentinas: el territorio de Nardini en el que todo está en “offside”
Ya fueron descritas en este espacio las irregularidades en la estructura administrativa de la localidad bonaerense de Malvinas Argentinas, que es comandada con control remoto –sin pilas- por el actual ministro de Infraestructura de la gestión de Axel Kicillof, Leonardo Nardini, el paladín de los papeles flojos.
Nardini está de licencia desde hace dos años, cuando fue designado por el gobernador ultra K, quien le brinda un amparo político que le da aire libre para todo tipo de irregularidades en torno a su situación patrimonial y jurídica, al igual que la de casi toda la estructura del municipio a cargo de la jefa comunal local Noelia Correa.

Gastos corrientes que superan los ingresos de ambos, falta de presentación de declaraciones juradas y de ART, violando las leyes nacionales y provinciales, como contó DixitP, son denominadores comunes a varios miembros de la planta política jerárquica de la comuna, que tiene problemas de inseguridad y justamente infraestructura no resueltos; un déficit de gestión que a pesar del blindaje mediático del funcionario provincial, genera malestar en buena parte de la población.
“Clin”, caja..
La capacidad actual de bolsillo de Nardini le permite gastar en tarjeta de crédito el mismo monto que ganaba hace menos de dos años como intendente en funciones: 412 mil pesos. Según una fuente de AFIP, el ministro provincial figura en el impuesto “cedulares, valores y depósitos”, una contribución impositiva nacional que se aplica a quienes tengan como piso una suma de 8 millones de pesos en dólares en plazos fijos, o sean accionarios en alguna empresa privada.


La administración de Kicillof le paga la friolera de más de 1 millón 100 mil pesos. La situación patrimonial de Nardini contempla una predilección por los vehículos franceses. Supo guardar en su garaje un Renault Sandero, un Peugeot 207, un Citröen C3 y un Citröen C4. Para finalizar con el “prontuario” del hombre de Malvinas Argentinas, tiene un embargo de 15 millones de pesos.
En el ámbito privado, Nardini figura como director de la empresa Aguas y Saneamientos Argentina, donde en apariencia no percibe ningún haber constatable. También fue accionista de una constructora denominada Nar – Con SRL, que fue dada de baja por la AFIP en el año 2011 por no presentar declaraciones juradas ni pagar las cargas patronales correspondientes. La firma en cuestión registra un juicio ante el organismo que conduce Carlos Castagneto por evasión impositiva, además de un juicio en proceso ejecutivo del Banco Nación que data del 2020.

Además de Correa y su jefe político, otra funcionaria malvinense a la que “no le cierra el blanco” es María Luján Salgado, ex “colaboradora” del ahora funcionario bonaerense cuando ésta prestó funciones en el ministerio de Desarrollo Social de Nación, por entonces desde el 2010 hasta el 2015, cartera por entonces comandada por la “pingüina” Alicia Kirchner, hermana del ex presidente de la Nación.
Integrante del staff permanente del municipio desde el 2016, actualmente ocupa el cargo de secretaria de Gobierno y Monitoreo Institucional y percibe 403 mil pesos, y al igual que Nardini y Correa, no tiene afiliación a ninguna ART, condición necesaria por protección laboral para cualquier empleado, desde un “raso” hasta un “funcionario”.
A Salgado también le apretaron el “botón rojo” en la AFIP por no registrar impuestos activos. Su situación ante ARBA -la agencia de recaudación bonaerense- no es mejor: está en categoría 3, un estadio pre-judicial.



Otra “gema” malvinense…
Ahora es el turno de Sandra Ramírez, secretaria de Hacienda del municipio que, como si fuera un efecto contagio, también está floja de papeles. La funcionaria municipal percibe la nada despreciable suma en blanco de 432 mil pesos y cumple funciones en la comuna desde el 2015 y, como era de esperar, tampoco goza de Aseguradora de Riesgos de Trabajo (ART), infringiendo las leyes laborales de jurisdicción provincial y nacional. Casi todo el municipio de Malvinas está en esa misma situación.
Si uno evalúa el monto que tiene la funcionaria en gastos de tarjeta de crédito entiende muy bien porqué fue ubicada en ese cargo clave a la hora de manejar los números de cualquier administración comunal: casi 1.8 millones de pesos, casi cinco veces más de lo que, según la documentación a la que pudo acceder en exclusiva este portal, cobra en blanco.






La titular de Hacienda superó a sus coequipers ante su situación de ARBA: está en la categoría 4, un eslabón que ya justifica la judicialización, lo que implica que ya debería tener en trámite un juicio y un pedido de inhibición patrimonial.
A Ramírez no le alcanzan cuatro ruedas para movilizarse. Tiene al menos cuatro vehículos registrados a su nombre: una camioneta Honda 2017, un Fiat Duna, una utilitaria Citròen Berlingo y un Peugeot, casi 20 millones de pesos en rodados. La funcionaria también colecciona multas: tiene tres radicadas en provincia de Buenos Aires por 160 mil pesos y una en CABA de 5 mil. Otra “pinturita” del territorio que por ahora sigue conduciendo a la distancia Nardini…