Panorama Político: el cierre de filas en el PJ llevó tranquilidad a la turbulenta relación en el Frente de Todos
Uno de los temas que a priori asomaba caldeado para el oficialismo provincial es lo respectivo a la distribución de cargos en el Partido Justicialista a nivel distrital. Con la conducción de Máximo Kirchner en el PJ Bonaerense, la mira estaba puesta en lo que sucedería en cada municipio, anticipando una posible turbulencia.
De todos modos, al menos de manera pública, los dirigentes supieron limar las asperezas y dirimir las diferencias sin demasiados sobresaltos logrando un acuerdo de unidad esquivando las internas. Es así que en la mayoría de los municipios no hubo demasiados problemas a la hora de convenir las listas, bajando la tensión de los últimos meses en el Frente de Todos.
El primer gesto de conciliación fue cuando se reunieron en La Plata y Máximo Kirchner les pidió a los consejeros partidarios que se hicieran lo posible para lograr la unidad en la mayor cantidad de localidades. Para avanzar en ese sentido, fue importante que los intendentes que están en gestión se quedarán con las respectivas presidencias.
En ese marco, el Jefe de Gabinete Martín Insaurralde y el diputado Mariano Cascallares, ambos intendentes en uso de licencia de Lomas de Zamora y Almirante Brown, respectivamente, además de la jefa comunal de Quilmes, Mayra Mendoza, fueron los primeros que firmaron para liderar el PJ de sus distritos.
El cierre de las nóminas para las elecciones del 27 de marzo próximo dejó pocos heridos, aunque en algunas ciudades hubo más revuelo que en otras, sobre todo en aquellos municipios que no están bajo el poder del Frente de Todos. Mientras tanto que, en lugares importantes donde no gobierna el peronismo, logró imponerse La Cámpora, uno de ellos es en La Plata donde el mandamás será Ariel Archanco, allegado a Florencia Saintout.
Uno de los pocos lugares en los que no hubo unidad fue en otro distrito de peso como lo es Mar del Plata, donde habrá interna entre Juan Rappacioli que buscará retener la conducción, quien se enfrentará al líder del gremio de Luz y Fuerza, Eduardo Coppola.
¿Sigue o no sigue?
Otro de los datos salientes de la jornada es el portazo que pegó el ministro de Seguridad Sergio Berni, quien además de quedarse afuera de la disputa por el PJ, también informó que abandonó el kirchnerismo. De todos modos, por el momento continuará formando parte del gabinete de Axel Kicillof, aunque, como en tantos otros momentos, su permanencia tambalea.
Salarios devaluados
En otro orden de cosas, en lo estrictamente relacionado a la gestión, el oficialismo bonaerense empezó a enfrentarse a los primeros desafíos fuertes del año al convocar a los docentes y estatales a discutir la paritaria. La intención lógica del Ejecutivo es evitar paros, medidas de fuerza y complicaciones futuras, por eso la citación llegó antes del comienzo de las clases.
Si bien no hubo una oferta formal, el encuentro sirvió para conocer las pretensiones y, en ese marco, los maestros dejaron en claro que su postura es acceder a aumentos bimestrales de acuerdo a lo que vaya marcando la inflación y, de esta forma, poder saltearse el engorroso pedido para reabrir la mesa de discusión a fin de año.
A fines de enero, Kicillof ya había recibido a los estatales, judiciales y médicos para escuchar sus requerimientos, pero todavía no realizó ninguna propuesta formal. Por su parte, los gremios ya aseguraron que el objetivo principal es que el salario no pierda ante la inflación y, para que eso suceda, el Ejecutivo está obligado a hacer una primera oferta que esté acorde al 3,9% que marcó el primer mes del año.
La vereda de enfrente
Del otro lado, en Juntos, la mente está puesta en las negociaciones subterráneas para llegar a los acuerdos entre los espacios que conforman la alianza y la distribución de las presidencias de las comisiones en la Legislatura, como así también de los cargos que quedan por designar en algunas dependencias del Estado, como por ejemplo del directorio del Banco Provincia.
En este sentido, los intendentes de la oposición son los que más fuerza están haciendo en la pulseada por la repartija de sillones. El foco está puesto no solamente en acceder a esos cargos, sino también en acumular poder pensando en lo que sucederá en las elecciones del próximo año.
Los jefes comunales de Juntos vienen planificando una serie de reuniones para abroquelarse y meter presión hacia arriba. Uno de los propósitos primordiales es que el candidato a gobernador que le dispute el lugar Kicillof salga de esa mesa de alcaldes, descartando la posibilidad de que sea otro dirigente que no haya gestionado un municipio en los últimos años.
Para ganar visibilidad empezaron a meterle presión al gobernador y el primero de sus pedidos fue el traspaso de las policías locales a sus respectivos distritos. Para los próximos meses diagramarán un foro más amplio en donde esbozarán los lineamientos de los pedidos que elevarán a Berni, con el objetivo de enfrentar la inseguridad de forma más autónoma.