Panorama Político: El tembladeral del Frente (en boca) de Todos
El acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y su posterior aprobación en el Congreso Nacional vino a encender la mecha profundizando las diferencias ya existentes en el oficialismo. El paso del tiempo no logró acercar las posiciones de los accionistas mayoritarios del Frente de Todos, sino que hasta incluso las alejó todavía más.
La unidad sigue temblando como un flan y la pelea principal pasa por La Cámpora, referenciada en el ex jefe del bloque en la Cámara de Diputados y titular del PJ Bonaerense, Máximo Kirchner, y el sector vinculado con el presidente Alberto Fernández. Las discrepancias no están en los fines, sino más bien en los modos y eso pone en jaque el acuerdo alcanzado en 2019.
Con respecto a esto, el primer mandatario se refirió a los conflictos internos y remarcó “de mi parte no esperen un solo gesto que rompa la unidad. Yo no soy títere de nadie. Ha quedado demostrado que tengo diferencias, pero yo actúo con mis convicciones. Yo escucho a todos, pero el presidente soy yo”, y luego, llevando tranquilidad sostuvo: «Ya discutimos mucho, es hora de terminar con las divisiones».
La respuesta por parte de La Cámpora fue en las calles y en la movilización llevada a cabo el pasado 24 de marzo en CABA con motivo del Día de la Memoria, una gigantesca columna de militantes cargando las banderas de la agrupación liderada por Máximo Kirchner le marcó la cancha a Alberto Fernández, dejando en claro que, en caso de ruptura, perdería a un sector importante.
Lógicamente, estas discusiones a nivel nacional tienen su correlato en la provincia de Buenos Aires y en ese marco, varios intendentes peronistas del Conurbano firmaron una carta en la que instaban a cesar con las diferencias y empujar el carro todos para el mismo lado.
Los jefes comunales del Frente de Todos pertenecientes a la Primera y Tercera sección electoral mantuvieron un encuentro en La Matanza e hicieron un llamado a la unidad. “Estamos a disposición para, desde nuestro rol, ayudar en lo que sea necesario”, remarcaron en un documento que tras la reunión en el distrito conducido por Fernando Espinoza.
Pero, más allá de ese pedido para terminar con las divisiones, también le requirieron al presidente “los máximos esfuerzos para, luego de la pandemia, y siendo conscientes de las dificultades que atraviesa el mundo por la guerra, garantizar la mesa de las familias argentinas”.
Los firmantes del documento y participantes del cónclave de alcaldes pertenecen a los variados espacios que conforman el Frente de Todos. Desde la intendenta de Quilmes y referente de La Cámpora, Mayra Mendoza, pasando por Alberto Descalzo de Ituzaingó, Juan Ustarroz de Mercedes y hasta Federico Achával del partido de Pilar.
Incluso, el propio gobernador Axel Kicillof se refirió a la turbulenta situación que se vive en el oficialismo e instó a los dirigentes a “pensar para qué se llegó al Gobierno en el 2019; y no es para permanecer, para seguir, y no molestar. Es para darle de comer a la gente, es para darle trabajo a la gente, para reactivar nuestras industrias, poner en marcha la producción, y buscar la justicia social”.
Pero, su mensaje más fuerte con respecto a las discusiones dentro de la coalición de gobierno fue cuando expresó tajantemente: “Al que no le interese pelearse con nadie, que sepa que no lo necesitamos. Hay que dar todos la pelea”, dejando bien clara su postura.
Anteriormente, había sido el ministro de Desarrollo de la Comunidad, Andrés “Cuervo” Larroque quien se había referido a la situación. El dirigente camporista es uno de los más combativos a la hora de hablar y, siguiendo con esa línea, señaló que “el avance de la unidad cuando hay sectores que pueden tener matices y distintas perspectivas tiene que ver con exista el debate y se pueda saldar, y se necesitan los ámbitos para generar esa síntesis”.
“Hay que salir de esa paranoia, de esa mirada conspirativa, de esa sospecha permanente y poder mirarnos de frente los compañeros que tenemos responsabilidades y mirar a la gente, que es lo que necesitamos y para eso hacemos política”, afirmó Larroque y sentenció sobre una charla interna: “Es el presidente quien tiene que convocar, y yo deseo que esas personas que tienen que ser parte tienen que poder hacerlo y no por un problema entre dirigentes”.
A pesar de que por momentos se vive una tregua, lo cierto es que el clima de tensión en el Frente de Todos es permanente y todas las señales que dan los protagonistas del conflicto reavivan la posibilidad de que la coalición estalle por los aires, allanándole el camino a una oposición que desde hace varios meses se viene probando el traje de conductor para el 2023.
(*) Resumen semanal de DixitP.