Panorama Político: Kicillof “impuso” a Alak, pero no puede ordenar la interna en La Plata
Como describió DixitP, el gobernador Axel Kicillof ungió en su momento al ministro Julio Alak como ordenador y articulador del peronismo platense pero la situación se le fue de las manos.
El Frente de Todos (ahora aggionardo en Unión por la Patria) irá, como se sabe, con cinco listas a las urnas y ese mapa fragmentado dejó en evidencia la estrategia fallida a la que apostó el gobernador, que a la vez tiene que evitar que los candidatos de Juntos a la Gobernación no le resten votos, como pasa en muchas comunas de tradición peronista.
En La Plata ocurre algo similar a lo que ocurrió en el 2019, con el peronismo dividido. Julio Garro va por una nueva -y última- reelección y la posibilidad latente de ganarla por méritos propios y errores estratégicos de termómetro electoral del peronismo.
Alak representa una opción válida para disputarle votos del centro a Garro, que es un referente moderado dentro del PRO y ya desplegó cartelería pegado a Diego Santilli en el casco.
El ex alcalde y ministro de Justicia de la Provincia fue proclamado como articulador primero, como candidato después y todo esto con el guiño o aval de Cristina Fernández y de Axel Kicillof.
Sin embargo a la campaña del oriundo de Benito Juárez le falta un “punch” de efectividad, en el sentido de apropiarse simbólicamente de las necesidades actuales, del platense de hoy, que votó a Garro en el 2015 porque vio agotadas en todas las versiones de peronismo -con el bruerismo como la gota que rebasó el vaso-, una opción electoral válida.
Desde entonces, el cristinismo no supo construir unidad en la capital bonaerense, error que hoy no remendó Kicillof. Muchos ven como un fracaso de Kicillof no haber podido ordenar la interna platense. El rol de articulador de Alak era para evitar una interna desgastante que otra vez le puede resultar funcional a Garro.
Es el síndrome del 2019, cuando ganó Florencia Saintout, que ahora parece la animadora de la campaña local habiendo conseguido un ingreso casi seguro como senadora jugando en la lista de Alak, pero después no pudo retener el voto disperso y “comprado” del resto de los precandidatos, principalmente el de Victoria Tolosa Paz.
La situación actual es similar: hay cuatro listas más. La de los ediles Guillermo Escudero, Paula Lambertini y Luis Arias y la del ex concejal y referente de Kolina, Gastón Castagneto. Tolosa Paz ya no sería un obstáculo, pero la dispersión no va a ayudar a destronar a Garro, que para colmo tiene a buena parte del justicialismo racional adentro de su estructura de Gobierno. Bastan los nombres de Luis Barbier, Marcelo Leguizamón -primer aspirante a senador con ingreso seguro- y de Fabián Lugli, por nombrar sólo tres.
De algo en la campaña de UP se dieron cuenta, porque desde hace una semana aproximadamente comenzaron a aparecer folletos y cartelería del ex intendente con el gobernador, pero Garro viene instalando imagen desde antes, con la ventaja de que hay generaciones nuevas que ya lo conocen y no pasa lo mismo con Alak, que tiene un voto nostálgico del pasado de oro que supo sostener durante poco más de diez años.
Igualmente parece ser la mejor opción que podrían haber encontrado. De todos modos en el justicialismo tienen la sensación en el microclima político de que la campaña arrancó tarde y ahora comenzaron a calentar motores. Y para ordenar la tropa, Kicillof llegó tarde.
(*) Informe semanal de DixitP