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Panorama Político: Una cumbre que marcó el rumbo del peronismo 

La turbulencia oficialista no merma y todavía quedan algunos dirigentes “sueltos” que analizan de qué lado de la grieta del Frente de Todos saltar, de acuerdo a su propia conveniencia. En medio de la feroz interna, se desarrolló una cumbre del Partido Justicialista (casualmente presidido por Alberto Fernández a nivel nacional) de Mendoza, donde se intentó marcar el rumbo para el futuro. 

Uno de los que estuvo presente, aunque de manera virtual, fue el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof que nuevamente aprovechó la oportunidad para manifestar su postura. “Una independencia económica, con sometimiento y dependencia a las finanzas internacionales, también se pone en juego y en jaque la democracia”, fue uno de los mensajes más fuertes del mandatario. 

“La independencia económica está en la base para alcanzar la justicia social y es por ahí que tenemos que actualizar la doctrina justicialista”, concluyó Kicillof en la reunión que buscó demostrar un peronismo unido. Sin embargo, hubo llamativas ausencias de los dirigentes más ligados al presidente, reforzando la idea de la continuidad de las tensiones.

En ese escenario, el peronismo bonaerense pareciera estar más afianzando y abroquelado detrás de la figura del gobernador que, hoy por hoy, pareciera no tener un rival de peso en el hipotético caso de una PASO en el FDT. Incluso los ex intendentes más cercanos a Alberto Fernández como Gabriel Katopodis y Juan Zabaleta que hoy ocupan cargos en el Gabinete Nacional, coquetean con el armado kirchnerista. 

Teniendo en cuenta que el panorama y los pronósticos para el 2023 son desfavorables para el oficialismo, en la provincia se trabaja contrarreloj para intentar una unidad que les permita renovar el mandato. A su vez, otro de los objetivos es cumplir con el aporte de votos a nivel país, debido al enorme caudal de electores en territorio bonaerense. 

Es por eso que, a pesar de las públicas diferencias, la mayoría de los sectores que componen la coalición de gobierno trabajan de manera mancomunada. Pero, también estos encuentros que intentan bajar la tensión tienen un mensaje hacia arriba para marcarle la cancha al presidente: los dirigentes que él cree que son de su riñón, quizás no sea tan así. 

Lo cierto es que en la provincia existe un tridente que está muy aceitado y alineado, compuesto por el presidente de la Cámara de Diputados y líder del Frente Renovador, Sergio Massa, quien supo limar las asperezas del pasado y logró ciertos acuerdos con el fundador de La Cámpora y titular del PJ Bonaerense, Máximo Kirchner. El tercero es, lógicamente, el propio Kicillof. 

Este armado también cuenta con una cuarta pata principal que es el Jefe de Gabinete bonaerense Martín Insaurralde. El lomense accedió a la estructura de la provincia para contener a los intendentes y su tarea será fundamental para que finalmente los funcionarios como Katopodis y Zabaleta se sumen al gran acuerdo peronista bonaerense. 

Ambos ex jefes comunales ocupan lugares de vital relevancia como lo son Obras Públicas y Desarrollo Social, respectivamente. El contacto de los dos con el territorio es directo, por lo que sumarlos al tablero que planean Máximo, Massa y Kicillof podría inclinar la balanza para que el kirchnerismo gane la pulseada interna de cara a las elecciones del año próximo.

El propio Katopodis se encargó de poner paños fríos y en la cumbre de Mendoza aseguró: «Tenemos que estar tranquilos, serenos y firmes que en el modelo, en lo principal y sustantivo, hay una unidad de todos los dirigentes del Frente de Todos. Y eso es lo que nos tiene que preocupar, porque después puede haber matices y tensiones, pero es porque somos una coalición».

Pero, en otra sintonía y enviando un mensaje hacia el presidente, el mismo ex intendente del partido de San Martín afirmó que “no estamos para escuchar la opinión de Cristina Kirchner sino para que participe activamente de todas las decisiones con Alberto Fernández”, en contraposición a lo que el presidente había sostenido días atrás. 

De a poco, a través de las palabras, pero sobre todo mediante las acciones, muchos de los dirigentes del peronismo achican todavía más a un incipiente albertismo que no logra consolidarse ni conformarse. Por lo pronto, en el territorio bonaerense parecen dispuestos a encarar una estrategia para salvar a la provincia, aún ante una derrota a nivel nacional.

(*) Informe semanal de DixitP.

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