Paisajes y Placeres

Ronda internacional de sabores

Nos dimos una vuelta  por el Whisky Tour 2023 que se llevó a cabo en el estadio UNO, en el espacio Como Hermanos. Además de sorprendernos con sabores variados degustamos “el agua de los dioses” originaria de diferentes latitudes del mundo. Por si fuera poco, aprendimos mucho sobre esta bebida espirituosa.

La cata propuesta en esta oportunidad consistió en “probar los diferentes estilos de whisky para que se conozcan las diferencias, porque el whisky parece como un todo homogéneo y en realidad no lo es” explicó Ana Paula Arias, sommelier invitada. 

Por su parte, Gabriel Gibilbank, dueño de La Boutique Whiskería, señala que se trató de “una cata del mundo con whiskies de Norteamérica, Japón, Irlanda y Escocia. El juego que planteamos es hacer catas gastronómicas, esto es: comer con whisky, además de generar un espacio que en tu casa no es común que hagas, como ponerte a preparar un plato especial para acompañarlo con whisky. Es una experiencia especial”. 

Orígenes

Acá es donde empezamos a hacer escuela. La sommelier nos explica que “la materia prima para elaborar esta bebida es una cebada malteada muy particular, que no existe en cualquier lugar (no es la de la cerveza, nos aclara). Al respecto agregó que “el carácter de cada whisky se va consolidando a lo largo de la historia, y se distingue por su método de destilación y la cantidad de veces que está destilado”. Pero además, es muy importante ubicar las diferencias geográficas, “en el caso de los whiskies es fundamental”, como así también “la historia y la influencia cultural que existe en la evolución de un whisky”.

El whisky americano -en esta cata el Buffalo Trace- “surge a partir de una influencia escocesa. Como no tenían en EEUU la materia prima específica (esa cebada malteada particular) comenzaron a elaborarlo a partir del maíz, obteniendo una bebida con mayor destilado de maíz y menor de cebada”. Ana Paula destaca que esa particularidad va a “impactar directamente en el sabor y la percepción” que se tenga de ese whisky. 

En lo que respecta al whisky japonés Nobushi, nos detalla que “también tiene una gran influencia por su geografía, en este caso la altura, se elabora en un lugar que se llama Miyagi, donde el agua también es muy particular de esa zona. La altura incide en el punto de evaporación del alcohol, por ejemplo, y el agua es levemente distinta y eso va a impactar en el producto final”. Y agrega que “lo que vas a notar es un producto bastante más suave”. 

Es importante remarcar que el whisky es una bebida que sí está rebajada con agua, sino la bebida tendría una concentración altísima de alcohol, alrededor del 70°, lo cual lo haría tóxico y muy perjudicial para la salud. Pero además “de la intensidad alcohólica, tendría otras características organolépticas, es decir de sabor y de aroma. La concentración alcohólica normal de un whisky en góndola es de 40° a 45°, lo cual favorece la percepción de sabor, el aroma y la textura en boca de esta bebida”, señala Arias.

Qué “catamos”

La sommelier nos manifiesta qué sucede cuando catamos. Y en este sentido señala que “cuando degustamos simplemente estamos probando algo, mientras que la cata tiene conceptos técnicos para que se pueda percibir y lograr la concentración puntual del producto que se está catando. El procedimiento consiste en ver el color, la fluidez de la bebida en la copa, la viscosidad”.

Gibilbank menciona que “el formato de menú incluye platos dulces y salados”, de acuerdo a las características de cada whisky. Respecto a la experiencia gastronómica afirma que “es más compleja ya que estamos hablando de bebidas que como mínimo tienen 45° de alcohol”.  La receptividad de los participantes es “muy buena, gente que siempre tomó blended y se encuentra con los single malt descubre todo un mundo nuevo”, afirma. Y agrega: “En esta oportunidad la estrella fue el whisky japonés, que es muy difícil de conseguir y está marcando una tendencia en el mercado. Lo bueno de las catas es que se pueden comparar los diferentes blends, más allá de los precios de cada etiqueta, lo importante es que guste, cada paladar responde a un perfil de whisky específico, y eso se descubre yendo a catas”.

El mercado 

“Hay dos grandes grupos, principalmente uno que alcanza una porción mayoritaria -más o menos el 90%- del mercado internacional de whiskies que es lo que vas a encontrar en cualquier lado, lo más conocido, marcas más top, que es el Blended, que son los whiskies más comerciales. Dentro de este tipo subcategorías que tienen que ver con la gama en la que se ubican de acuerdo a su calidad y tiempo de añejado en barricas”.

Casualmente, las marcas que participaron de esta cata son un reflejo de los sitios en dónde mayormente se elaboran whiskies: Escocia, Irlanda, Norteamérica y Japón. Por eso el whisky suele ser importado ya que no se produce en cualquier país.

“La porción restante de este mercado está alcanzada por el Single Malt, que son aquellos que se hacen en una sola destilería, se hacen con cebada malteada y se destila en alambique; y después tenés el Single Grain o Blended Malt, una rareza absoluta”, sostiene la sommelier.

Gibilbank, por su parte, asegura que “es muy variable el mercado, lo recomendable en este momento en Argentina es que lo que está a buen precio es de buena calidad, hoy ronda los 20 mil pesos”.

Perfil de consumidores

Ana Paula nos cuenta que “el whisky aún es muy de nicho, hay lugares para el prejuicio y para el snobismo, pero también al haber desconocimiento no hay planteos de estatutos inflexibles como pueden tener otras bebidas”. Sin embargo, añade, “el whisky sí tiene una característica de intimidad, bastante vinculada a lo masculino también, pero es algo que se está abriendo”. En nuestro país no hay una “cultura del whisky», sí del vino, ya que Argentina es el 5to. país productor mundial de vino. En la vena de los argentinos corre completamente vino así como en la de los irlandeses y escoceses corre whisky, definitivamente”, concluye. Y esto es así por diferentes factores: “el cultural, vinculado a la región y su historia y lo económico -en el caso de nuestro país- ya que “es cada vez más difícil conseguir las materias primas para elaborar whiskies”, explica.

La organización

Este evento fue organizado por Claudia Petti junto a Jorge Coria, sommelier de Como hermanos. Claudia nos especifica que “el objetivo es continuar con este tipo de encuentros. La idea es hacer 2 o 3 eventos mensuales abiertos a todo público, y que puedan disfrutar de un muy lindo lugar: la Parrilla Como Hermanos, muy buena comida y de un plan para compartir con amigos en pareja o simplemente solos”.

Petti explica que “con respecto a la cata de whisky quisimos darle lugar a una bebida exclusiva, un evento que se aboca no tan a lo social sino también al paladar de los conocedores de esta bebida”. Y agrega que “lo importante en estos eventos es conectar con las personas justas para el evento que se presenta. En este caso, Gabriel Gibilbank, dueño de la boutique del whisky, es una persona muy solidaria y atenta, así que aprovecho para agradecerle a él por su generosidad y a Ana Paula Arias por su profesionalismo”.

Finalmente, nos recomienda “estar atentos que Mayo aún no terminó y la agenda está llena de actividades y eventos.  Antes de fin de mes y a principios de Junio seguiremos con los ciclos de encuentros dónde los esperamos a todos”.

De esta manera nos introdujimos en un mundo bastante nuevo, que está ganando cada vez más adeptos, y que se está volviendo mucho más habitual hoy en día. 

F.M.