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Siguen las polémicas en Puerto Quequén: Morán, el gerente del Consorcio acusado de corrupción

Argentina, país en el que proliferan las irregularidades; territorio próspero para que quienes ostentan cargos ejecutivos -tanto a nivel estatal como privado-, hagan uso de su situación de privilegio y engrosen su patrimonio personal a la sombra del poder.

El Consorcio del Puerto de Quequén, que se creó el 1º de marzo de 1994 reemplazando a la por entonces Junta Nacional de Granos, por supuesto, no es la excepción. Se trata de un ente público no estatal que concentra intereses del estado bonaerense, el municipio, los empleados del puerto y diversos sectores privados. Está manejado por un directorio en el que los cargos más importantes son la presidencia y la gerencia, además de ocho directorios.

Puerto Quequén

Los máximos responsables de que «los barcos no se hundan» en Quequén son Jorge Álvaro y José Oscar Morán, presidente y gerente del Consorcio respectivamente. En esta ocasión, el sitio de noticias Enclave reveló que Morán cobra un abultado sueldo de 687 mil pesos y ostenta ese puesto desde el año 2019, designado a poco de que el Frente de Todos ganara las elecciones desplazando al macrismo del poder. 

Como otros personajes de la vida pública y privada, Morán se puede dar el lujo de derrochar más en tarjeta de crédito que lo que sus ingresos “formales” pueden demostrar: casi 1 millón 100 mil pesos de gastos mensuales, cifra curiosa que casi duplica su haber regular. Tampoco hay registro de otra actividad remunerada en la AFIP, donde fue dado de baja por no registrar cargas patronales ni presentar declaración jurada de bienes.

De acuerdo a la información publicada en ese medio informativo, su situación judicial en el fuero Contencioso Administrativo también da que hablar:  la Administración Federal de Ingresos Públicos lo llevó a una instancia de “ejecución fiscal” por falta de pago de impuestos. Morán sigue flojo de papeles en otros aspectos: carece de Aseguradora de Riesgos de Trabajo (ART), por lo que en ese plano también está en falta con la legislación laboral, que obliga a todo trabajador -más allá de su jerarquía- a esa protección.

Según Enclave, el gerente del Consorcio del Puerto “colecciona” vehículos: una pick up VW Amarok modelo 2017, un Ford Fiesta Kinetic 2011, una Chevrolet Captiva 2017 y otro Chevrolet Astra, el modelo más viejo de su mini flota de cuatro vehículos personales: un valor de casi 20 millones de pesos en rodados, que, por su puesto, tienen multas. En Cañuelas, Morán debe 34 mil pesos al municipio por una multa impaga, a bordo de la Captiva. También debe a ARBA una interesante suma de dinero por su camioneta 4×4: 132 mil pesos de patente correspondiente al año 2022. 

Su concubina sigue sus pasos. Sandra Marisa Roldán fue empleada/ñoqui en la municipalidad de Necochea hasta el año 2020, con una remuneración de 61.800 pesos. Su consumo de tarjeta de crédito es ostensiblemente menor a la de Morán, aunque abultado comparado con un bolsillo común: 117 mil pesos.

Tampoco registra impuestos activos en la AFIP, por lo que, se supone, carece de empleo formal. Pequeño detalle: a pesar de no estar inserta en el mercado laboral formal, tiene nada menos una colección multimarca de una docena de vehículos, entre importadas y nacionales: Toyota, Suzuki, Chevrolet, Citroen, Honda, Jeep, VW Saveiro, Ford Wrangler, RAM, Peugeot Partner: casi 50 millones de pesos de patrimonio en el rubro “movilidad”. Ejemplo para imitar… 

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