La magia de un pueblo escondido
“Quién dijo que todo está perdido, yo vengo a ofrecer mi corazón”, dice una consagrada canción de la música popular argentina. El destino que te propongo conocer inevitablemente te va a robar el corazón. Si oíste hablar de Pueblo Escondido te pido que no dejes de ir. Es una cita infaltable si andas por los pagos de Córdoba (Traslasierra) o San Luis (Merlo).
La magia de este escurridizo sitio no sólo tiene que ver con su entorno natural o su historia sino también con su entrañable gente que lo convierte en un lugar muy especial.
Para llegar hay dos opciones: desde Córdoba o vía Villa Merlo, San Luis. En nuestro caso fuimos por San Luis porque estábamos en la zona de Traslasierra y es más directo (o eso nos pareció a nosotros). De esta manera, accedes por RN 14 hasta Merlo, y allí tomas RP 5 hasta el Filo de San Luis. Es un camino de “montaña” sinuoso y con pendiente ascendente. Está asfaltado varios kilómetros, pero luego es de ripio (bastante mejorado) hasta que finalmente es pedregoso. Son un poco más de 20 kilómetros.
Acá algunas cuestiones para destacar:
- Prestá atención al desvío de “Los Vallecitos”, hay un cartel enorme, sino te vas a un parador y ahí se termina el cuento.
- El camino hacia Pueblo Escondido es de tierra y tiene mucha piedra, sigue siendo sinuoso y con pendientes ascendentes y descendientes. Evalualo de acuerdo al vehículo que tengas para no dañarlo (no es indispensable ir en una 4×4, yo fui con una Ecosport, así que imaginate).
- Podés contratar una excursión e ir con un guía (son muy genios y apasionados, es una muy buena opción).
- La travesía se puede hacer a caballo desde la Puesta de Tono, la familia Albornoz te guía muy amorosamente.
- Con previa reserva, podés alojarte en Pueblo Escondido y disfrutar de la calidez de sus anfitriones en una hermosa velada (tel. fijo 03546 462650 de 9 a 13 – 16 a 20 hs). Está abierto TODO EL AÑO.
- Como estás pasando por campos privados te van a cobrar un “derecho de paso” así que llevá efectivo (si vas a Pueblo Escondido sólo abonas $600 por persona, si vas al Salto del Tigre se suman otros $800 -esto puede variar, obviamente-). Si, ya sé, puede parecerte polémico, pero es una práctica aceptada localmente.
Empieza la aventura ¡a caminar!
Vas a llegar al Estacionamiento Parador La Loica dónde tenés que dejar el auto (lo va a cuidar muy amablemente la familia Albornoz y a la vuelta te van a esperar con cosas ricas para matear y recuperar energías). Si tenés dudas no te preocupes, Luis te explica cómo llegar a Pueblo Escondido con muchísima paciencia y dedicación.
Hay que recorrer una distancia de 2 kilómetros atravesando el Cerro Áspero (bastante honor le hace a su nombre). El sendero está marcado por el paso de la gente, prestá atención porque no hay señalización (ni señal de teléfono). Ojo que hay otro sendero hacia El Salto del Tigre y te desvía muchísimo de Pueblo Escondido (ahí, por el momento, “no queremos ir”).
Durante el trayecto vas a encontrarte algunas sorpresas, por ejemplo un cóndor que sobrevuela la llegada de los excursionistas para darles la bienvenida; también vas a pasar por una pirca y cerquita no´más vas a conocer una antigua construcción de piedra. El camino continúa, ahora en descenso…falta poco. Si te descuidas ya empezás a ver algún vestigio del antiguo pueblo.
Unos cuantos metros más abajo te recibe el río Paso del Tigre que te invita a cruzar para llegar por fin al enigmático Pueblo Escondido. Dentro del pueblo hay un parador dónde podes acceder a sanitarios, comprar algo para refrescarte o comer algo rico y caserito (hay menú vegetariano y vegano). La figurita imperdible es la cerveza artesanal que prepara Don Carlos. Un merecido premio al esfuerzo.
Todo lo que sigue, lo dejo en tus manos para que lo experimentes y percibas con tus propios sentidos. Lo único que te digo es que te va a encantar. Caminalo, cerrá los ojos y escuchá el sonido del viento, del agua… incluso del silencio de esa pequeña montaña.
Foteá hasta cansarte, cada detalle es atrapante. Viví la historia de este pueblo que renació de sus cenizas, como un ave fénix.
Lee Un suelo hecho realidad y conocé a su hacedor.
Hasta la próxima aventura
F.M.
ph Ofer
Un poco de historia
- Este yacimiento minero fue descubierto en el año 1894 por el geólogo alemán Guillermo Bodenbender.
- En este pueblo habitaban los obreros que trabajaban en la mina de extracción de tungsteno. Sus capitales eran ingleses y este material, en el marco de la Segunda Guerra Mundial, estaba destinado a la industria bélica.
- En 1969 se abandonó la extracción debido a cuestiones del mercado y a la escasa disponibilidad de este mineral.
- En el año 1980 el pueblo se hundió en el olvido.