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Bares notables de Buenos Aires

¿Te gusta pasear por Capital Federal y a veces no sabés a qué lugares ir a comer o tomar algo tranqui?

Si es así, no podés dejar de visitar algunos de los tantos “Bares Notables” de la city porteña.

Estos bares tienen la particularidad de ser (o haber sido) un punto de encuentro y debate cultural y político, dónde solían reunirse artistas, músicos, escritores, políticos, entre otros. En este sentido, la visita frecuente de celebridades, sumado a su arquitectura de época hizo que estos lugares se convirtieran en emblemas, constituyendo, además, el patrimonio cultural de la ciudad. Te muestro alguno.

El emblema de Parque Lezama

Sin lugar a dudas, el Bar Británico es el alma de Parque Lezama desde su apertura en el año 1930. Este lugar fue punto de reunión de ex combatientes ingleses provenientes de la Primera Guerra Mundial, particularidad que le asignaría su nombre.

Pero además de la historia referida a sus orígenes, este local fue reabierto y proclamado por los vecinos del barrio para que continuara funcionando ya que además de ser frecuentado personalidades del ambiente político y cultural de la cuidad -y por supuesto, por ellos mismos-, se había constituido como parte fundante de la identidad barrial. Este año se celebra 10 años de ese suceso.

Los inicios

Originalmente estas “cuatro paredes” albergaban una pulpería llamada “La Cosechera” que abrió sus puertas en 1928. Según se relata, a unas cuadras de allí había un conventillo que había sido construido para alojar a los trabajadores de Ferrocarriles Sur, una empresa del Reino Unido. Estos nuevos habitantes necesitaban un lugar de encuentro para sus after office (diríamos hoy), es por esto que se instala la pulpería.

Tiempo después, en los años 50′, desembarcaron en Buenos Aires tres “gallegos”: José Trillo, Pepe Miñones, y Manolo Pose que, con mucho esfuerzo, pudieron comprar el fondo de comercio de este lugar, y en homenaje a los ex soldados ingleses que solían reunirse allí, lo denominaron Bar Británico. En esta segunda etapa de funcionamiento del bar comenzaron a frecuentarlo personalidades de la cultura y el arte, que buscaban un sitio tranquilo para disfrutar de sus tertulias filosóficas, alejados de las luces de la city porteña. San Telmo sería un lugar más que apropiado para esto.

El Bar Británico supo adecuarse a todas las épocas y ser hogar de muchos comensales. Desde hace varias décadas, se caracteriza por la atención de sus mozos que son «como los de antes», su gastronomía típica y abundante. La calidez del espacio donde predomina la madera y su decoración vintage. Alguna que otra noche puede sorprenderte la visita de algún músico que te deleita con su arte.

Es un lugar muy acogedor y apto para todo tipo de público.

El humeante cafecito con medialunas de cada mañana suele ser un clásico, pero el resto de su menú representa un clásico de clásicos con variados platos y generosísimas porciones. ¿Te lo vas a perder?

Hasta la próxima aventura.

FM.-

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