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Castañeira cruzó a los dirigentes del FITU: “Son unos irresponsables, necesitamos la unidad de la izquierda”

La precandidata a Presidenta por el Nuevo MAS, Manuela Castañeira, visitó la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de La Plata (122 y 51) para conversar con estudiantes y trabajadores de la región sobre las “7 medidas anticapitalistas” que impulsa su espacio político, entre las que se destaca la de implementar un salario mínimo de $500.000.

Estuvo acompañada por Juan Cruz Ramat, precandidato a Diputado Nacional por la Provincia de Buenos Aires, el docente y precandidato a Intendente platense Eric “Tano” Simonetti y la referente estudiantil y precandidata a primera concejal, Ayelén Carranza.

Tras realizar una ronda de prensa con distintos medios de la región,  la aspirante a la Casa Rosada dialogó con un centenar de estudiantes y trabajadores que le plantearon distintas cuestiones sobre la actual situación política de crisis social para conocer las propuestas de la izquierda de cara a dicho escenario.

En ese sentido, Castañeira precisó que el objetivo de su campaña es “disputar la agenda política por izquierda, visibilizando los problemas que sufren los trabajadores con la destrucción salarial que se ha vivido bajo este gobierno, con la destrucción de la infraestructura del país, que es responsabilidad de la desinversión crónica que han llevado adelante los últimos gobiernos hasta la fecha. Además queremos dialogar con todos los sectores de jóvenes, trabajadores, mujeres y personas LGBT que aspiran a tener un futuro en esta Argentina que, bajo estos gobiernos, nos les ofrece más que desocupación, frustración y miseria. Por el contrario, nuestra campaña anticapitalista intenta visibilizar y además proponer soluciones concretas que podrían mejorar las condiciones de vida de la mayoría de la población a costa de la ganancia de los grandes empresarios”.

Por otro lado, la precandidata a jefa nacional expresó que “hay un corrimiento en términos generales de todas las fuerzas políticas patronales. Hay un corrimiento a derecha en la discusión política en la que gana terreno la derecha de Juntos y la extrema derecha de Milei. Esto es responsabilidad en primer lugar del gobierno, que lleva adelante un ajuste inflacionario brutal, que acepta sin chistar el acuerdo fraudulento con el FMI, y que hace alarde de un discurso del ‘no se puede’: no se puede aumentar partidas presupuestarias para educación y salud, no se puede aumentar el salario, ¡no se puede hacer nada! Y a esto se suma un fogoneo de los grandes capitalistas y grupos mediáticos que apuestan a resolver esta crisis mediante un ajuste brutal”.

Sin embargo, manifestó que “está sobrevalorada la representatividad que tiene la derecha y subvalorada la representatividad y la presencia real de la izquierda en la sociedad, como se demuestra en todos los casos donde intentan imponer ajustes o ataques a los derechos conquistados por los trabajadores y hay enormes respuestas sociales, como vimos recientemente en Salta”.

Castañeira también se refirió a la cuestión de la unidad de la izquierda y en ese sentido apuntó contra los dirigentes del FITU a quienes tildó de “irresponsables” por no abrir el espacio a nuevos sectores para que el Nuevo MAS pueda participar en unas PASO de dicho espacio: “Le hicimos mil propuestas al FITU, pero son unos irresponsables. Están en una interna feroz, mientras está pasando todo esto en el país. No se dan cuenta que esta no es una elección más. La crisis es muy profunda y por eso necesitamos la unidad de la izquierda y había que trabajar para eso”. Y agregó en relación a (Myriam) Bregman: “No entiendo cómo puede discutir con todas esas personas en el Congreso, pero no puede contestarle un mensajito al Nuevo MAS, nosotros lo dimos todo y no podemos hacer más, están muy cerrados, ahora la pelota la tienen ellos”.

Por último, la dirigente de izquierda precisó: “Nuestra propuesta de los quinientos mil pesos se puede conquistar afectando las ganancias de los grandes empresarios. Esa medida solucionaría los problemas de la mayoría del país, de los trabajadores, de los jóvenes, y sería una medida de soberanía, porque obligaría a que esas grandes ganancias que hoy en día se fugan queden en el país en manos de los trabajadores para que puedan desarrollar una vida digna. Nuestra campaña anticapitalista dialoga con todos esos sectores que hoy sufren las consecuencias de la crisis capitalista del país, de la administración de los gobiernos hasta la fecha, y les plantea un horizonte posible y un futuro para que, de una vez por todas, se gobierne poniendo como prioridad los intereses de las, los y les de abajo”.

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