Mientras se incrementa el malestar social por los tarifazos, la caída del consumo y el ajuste, el Gobierno nacional prepara más decretos que profundizarán aún más el desguace del Estado. El encargado de orquestar los recortes es Federico Sturzenegger, el cual supone eliminar 24 organismos estatales, fusionar otros 15 y transformar 16 más. Planean presentar un decreto por cada área a recortar, para evitar amparos judiciales que puedan frenar el avance de la motosierra.
Uno de los puntos preocupantes del nuevo paquete es la intención de abrir el cabotaje marítimo nacional a buques extranjeros, lo que habilitaría a operar con tripulaciones de cualquier nacionalidad y bajo banderas foráneas. Esto significa ceder parte de nuestra soberanía en aguas nacionales para beneficiar a intereses ajenos, precarizando al mismo tiempo el trabajo marítimo argentino.
Desde el Gobierno lo presentan como una medida para “agilizar el comercio”, aunque detrás de esa fachada se esconde un golpe directo a la industria naval, a los sindicatos del sector y a la soberanía nacional.
Además, el nuevo informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) advierte que las medidas anunciadas podrían implicar la pérdida de al menos 3.000 puestos de trabajo.
El gobierno intenta retomar su fallido intento de “Ley Hojarasca”, que busca derogar más de 70 normas y continuar el vaciamiento institucional, proyecto que fue rechazado por falta de consenso en el Congreso en 2023.
Con este nuevo avance, el gobierno de Milei deja en claro su visión de país al servicio del capital financiero y de las corporaciones extranjeras. El Estado se achica, el empleo se destruye y la bandera argentina se arrea en ríos y mares para ser reemplazada por intereses que nada tienen que ver con el pueblo.